La alergia a la proteína de la leche de vaca (APLV) y la intolerancia a la lactosa no son lo mismo, pero a menudo se confunden entre sí porque son causadas por el mismo alimento (leche) y comparten algunos de los síntomas, como gases, diarrea, distensión abdominal y malestar. 

Pero son dos enfermedades muy diferentes.

 

¿Qué las diferencia?  

La diferencia fundamental entre estas dos afectaciones es que la intolerancia a la lactosa, como su nombre lo indica, se da cuando el organismo no tiene la capacidad de digerir y absorber el azúcar natural de la leche que se conoce como lactosa; mientras que la APLV es una respuesta alérgica a una o más de las proteínas presentes en la leche de vaca.2

Aunque comparten algunos síntomas, dado que la APLV involucra al sistema inmune, los bebés que son alérgicos a la proteína de la leche de vaca también pueden mostrar otros síntomas como erupción en la piel con picazón, sibilancias o secreción nasal y tos.  

Estos síntomas no se ven en la intolerancia a la lactosa, ya que esta afección no involucra el sistema inmune.3 

     

 

Edades y prognosis

La APLV es mucho más común en niños, especialmente menores de 1 año, mientras que la intolerancia a la lactosa es más común en adultos.2

La intolerancia a la lactosa puede ocurrir temporalmente, (de forma secundaria a un cuadro de diarrea, por ejemplo)  y en estos casos generalmente se resolverá a corto plazo. 3

Otros casos de la intolerancia a la lactosa pueden ser de por vida, como en aquellos bebés nacidos con intolerancia primaria a la lactosa (que son muy raros) o aquellos que la desarrollan a medida que el paciente va creciendo y va perdiendo la actividad de la enzima lactasa por una predisposición genética.  Estos tipos de intolerancia a la lactosa son muy poco comunes antes de los 2-3 años de edad.3 

 

Por su parte, el 50% de los casos de APLV se superan a los 12 meses, y el 90% se superan a los 3 años de edad.2

  

Otra diferencia es que en la APLV incluso una pequeña cantidad de proteína de leche de vaca podría provocarle una reacción alérgica a su bebé. Incluso si consumen alimentos diferentes a la leche que la contienen, como panes dulces o algunas presentaciones de carne de res. En contraste, los niños que presentan intolerancia a la lactosa pueden consumir la proteína de la leche de vaca, sea directamente en una leche deslactosada, por ejemplo, o en otro alimento que la contenga, y no desarrollar síntomas; mientras que al ingerir el azúcar natural de la leche (la lactosa, que es un carbohidrato) podrían presentar síntomas de mayor o menor magnitud (gases, diarrea, distensión abdominal, etc) 2

 

Existen diferencias importantes entre la intolerancia a la lactosa y la alergia a la leche de vaca; por lo tanto, un mejor conocimiento de estas diferencias podría limitar los malentendidos en el enfoque de diagnóstico y en el manejo de estas condiciones 1 

 

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Referencia: 

  1. Di Costanzo M, Canani R. Ann Nutr Metab 2018;73(4):30-37
  2. Rangel, A et al.  Food Sci and Techn, 2016;36(2),179-187
  3. Heine et al. WOAJ 2017;10:41