Los síntomas de alergia a la proteína de la leche de vaca son muy variados. 1

Pueden incluir: Cólicos persistentes, reacciones en la piel, como una erupción que pica y se pone roja, eccema (o hinchazón de los labios, la cara y alrededor de los ojos) problemas digestivos (como vómitos, dolor abdominal o diarrea) y síntomas como estornudos o picazón, obstrucción o goteo nasal. 1

 Los síntomas pueden variar de reacciones leves a más graves.1

Estos síntomas pueden aparecer inmediatamente después de consumir lácteos (en cuestión de minutos) o pueden retrasarse algunas horas o hasta algunos días en desarrollarse. 1

Los bebés con Alergia a la proteína de la leche de vaca pueden tener una mezcla de síntomas inmediatos o tardíos. Los síntomas también pueden provocar falta de sueño en la noche, llanto o irritabilidad durante la alimentación, o aumento de peso deficiente. 1

Es importante que comuniques al pediatra todas las reacciones y el momento en las que se presentan en tu bebé.

 

Síntomas

Los síntomas de la alergia a la proteína de la leche de vaca son bastante variables y pueden afectar diferentes órganos como la piel, el tracto gastrointestinal y las vías respiratorias.1

 

Síntomas en el sistema gastrointestinal:

  • Hinchazón en la lengua, dificultad para tragar, vómito, regurgitación, aparente falta de apetito y rechazo del alimento, diarrea, sangrado en las heces, dolor abdominal, cólico severo, estreñimiento, entre otros.1
 

 

Síntomas en el sistema respiratorio:

  • Moquitos constantes, tos que no mejora, ronquera, dificultad para respirar, asma. 1

 

Síntomas en la piel:

  • Granitos alrededor de la boca, ronchas en todo el cuerpo, hinchazón de boca, rozaduras severas del área del pañal. 1

 

Síntomas generalizados:

  • Raramente se han informado casos de shock anafiláctico, que es una de las manifestaciones más graves de alergia, después de la ingestión de proteína de leche de vaca.1

 

¿Qué hacer?

Si observas en tu bebé algunos o todos de los síntomas de APLV que te presentamos aquí, acude de inmediato con el pediatra.

Para que la consulta con su médico sea aún más productiva, es importante proporcionar al pediatra información muy detallada y precisa de lo que ha comido tu bebé y el momento de consumo.

Puedes auxiliarte con este diario de alimentos descargable para que lo llenes durante algunos días antes de acudir a consulta con los hábitos alimentarios de tu bebé y las reacciones que observes como consecuencia de determinadas comidas.

Cuéntale al pediatra tus observaciones con respecto a la hora y duración de los síntomas, indicando si empeoran después de las comidas o en momentos específicos del día.

 

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Referencias:

  1. Koletzko S, et al JPGN 2012;55(2): 221-229