Es probable que tu bebé tenga necesidades nutritivas especiales si nació antes de tiempo. Por eso te compartimos esta guía de nutrición con la que puedes ayudar a tu pequeño a tener un mejor desarrollo.

La mayoría de los bebés prematuros tienen bajo peso al nacer, por lo que deberás prestar mucha atención a las recomendaciones y consejos que te brinde tu médico.

Si tu bebé es muy prematuro para la lactancia, puedes sacarte leche y dársela a través de un biberón, recuerda que alimentarlo con ella es el mejor inicio para él. A veces los médicos recomiendan un fortificante de leche materna para darle más proteína, vitaminas, calcio y otros nutrientes que necesita en esta etapa inicial. En caso de que no puedas amamantar ni sacarte la leche o si decidiste no hacerlo, puedes confiar en las fórmulas especialmente diseñadas para bebés prematuros o con bajo peso al nacer. 

Los bebés prematuros pueden tener más problemas digestivos que los bebés que nacen a término, esto puede ser debido a que sus habilidades de alimentación no se han desarrollado plenamente, esto significa que va a comer muy lento o muy rápido, que puede tener reflujo o desarrollar una aversión a la alimentación. Pero hay algunas cosas que puedes intentar:

- Lleva un registro de su alimentación, para que puedas ver qué tan seguido tiene reflujo y qué cantidad de leche se queda en su estómago.

- Supervisa su progreso con las tablas de crecimiento que tu médico te puede brindar.

- Intenta que siga un horario de sueño.

- Revisa que esté completamente despierto antes de darle de comer.

- Quédate al pendiente de las señales que te de, para que notes cuando ya esté satisfecho o cansado.

- Introduce los sólidos poco a poco, cuando llegue el momento en su desarrollo.

- Los bebés prematuros comen cada tres horas, y a veces con más frecuencia.

- Elabora un horario con tu médico y trata de apegarte a él.

Si nace con alguna complicación por ser prematuro, probablemente tu médico te recomiende algún programa de estimulación infantil. Por lo general, esto consiste en trabajar con un fisioterapeuta o médico especializado para que aprendas cómo ponerlo a hacer ejercicios suaves, cómo colocarlo en buenas posturas y cómo interactuar con tu bebé para ayudarlo con su desarrollo físico. Los programas de intervención temprana pueden ayudarte con las habilidades sociales y funcionales.

 

Consulta a tu médico.