Después del primer cumpleaños de tu bebé puedes empezar a darle leche entera o una bebida con leche. La cantidad normal de leche entera que debes darle son 16 onzas al día y para distribuirlas a lo largo de éste puedes servirle cuatro porciones de cuatro onzas líquidas con las comidas o los refrigerios. Una cantidad así le aportará el calcio que necesita para que sus huesos crezcan fuertes y sanos.
También existen otras opciones nutritivas que de igual forma estimulan el desarrollo de tu hijo y le aportan los nutrientes que le hacen falta que no contiene la leche, como: agua o jugo de frutas 100% pasteurizado, bebidas con leche y líquidos que provienen de los alimentos como: fruta, yogurt, arroz entre otros.
Estos productos le proporcionan el calcio y la vitamina D de la leche, pero también le aportan hierro, prebióticos, vitamina C, vitamina E y DHA. Esté ultimo es un ácido graso que se encuentra en la leche materna y estimula el desarrollo del cerebro y los ojos de tu pequeño. Recuerda que el agua es la mejor opción para satisfacer su sed.
No olvides que en esta etapa tu pequeño necesita que le ayudes a sostener la taza y regularle el flujo del líquido para así evitar accidentes.
¿Qué hay de cenar?
Seguramente en esta etapa tu pequeño es curioso, intrépido y se quiere meter todo a la boca. Ahora es el momento perfecto para que empiece a comer otras cosas, pero siempre dentro de los límites de lo saludable y razonable.
Podrías darle papillas ya que son nutritivas y deliciosas; además ahora le puedes dar alimentos sólidos para que continúe su aprendizaje sobre masticar e ingerir.
En esta fase tu pequeño debe obtener la mayor parte de las calorías de los alimentos sólidos. Primero tienes que darle porciones pequeñas: una o dos cucharadas de cada alimento.
Sabemos que tanto a ti como a tu pequeño les gustan los postres, pero en este momento es necesario que no sean lo más importante de la comida ni lo primordial en su alimentación. Si quieres darle un postre, que sea uno saludable, como una pera jugosa en rebanadas.
Diviértanse juntos con los alimentos
A esta edad la hora de comer puede ser muy divertida y gratificante, y se puede convertir en un momento delicioso. Además, es el momento en el que se prepara al paladar para que tu hijo adquiera los gustos que tendrá por toda su vida.
Participa en esta etapa deliciosa de tu pequeño; ofrécele opciones divertidas e incúlcale el gusto por las frutas y las verduras. Si al principio no lo logras, no lo obligues, pero vuelve a intentarlo en otra ocasión. Las investigaciones muestran que los niños pueden necesitar que se les ofrezca un alimento incluso doce veces antes de aceptarlo.
Trata de asociar los alimentos nuevos a sus comidas preferidas, por ejemplo, si le gusta el puré de papas, tal vez le agrade más si le agregas zanahoria. Trata de cambiar y combinar los alimentos.
Consulta a tu médico.